En la temporada 2003-04 llegaba Subirats al Hércules y, con él, José Carlos Granero. En la jornada 18.ª un tanto de Kike Mateo (Lorca) pudo dejar fuera del banquillo herculano al técnico pero una decisión rápida de Subirats evitó el cese mediante el fichaje de varios jugadores en el invierno de 2003 (entre ellos se destaca la presencia de Álvaro Cámara).