Fueron muy numerosas las condolencias y gestos en recuerdo de este profesional que transmitía bondad, valencianismo y buen humor en todo momento. Para el primer campeonato de Primera División realizado en septiembre de ese año y enero de 1928, Magallanes se encontraba realizando partidos amistosos en la capital, subiendo progresivamente el escalafón hasta el punto de jugar en febrero de 1929 contra una selección puertorriqueña la cual le propinó una dura derrota 12 a 1. Magallanes seguiría perdiendo partidos, siendo el más sonado un partido donde fue vapuleado por el Royal Criollos, equipo que atravesaba una profunda crisis.