Fue en Badajoz donde Sigüenza clavó el gol del ascenso a unos escasos diez minutos del final (0-1). El ascenso se logró de forma meritoria y con una clave clara: el trivote ofensivo (Alfaro, Rodríguez y Jankovic) lograron una racha similar de goles y no había dependencia del gol, además de la fuerte defensa.